El pasado 23 de febrero cerramos el ciclo de mesas redondas ‘Financiación para startups’; un conjunto de seis charlas impulsadas por AticcoLab que tienen el objetivo de dar a conocer a los emprendedores los distintos vehículos de inversión existentes en el ecosistema.
La búsqueda de inversores es, sin duda, uno de los aspectos centrales en la vida de una startup. Conseguir la tan codiciada financiación suele ir más allá del aspecto económico, ya que supone también la búsqueda de un compañero de viaje que pueda dar apoyo al proyecto mediante la aportación de conocimientos, contactos y expertise. Además, la incorporación de nuevos socios es una de las decisiones estratégicas de mayor importancia, ya que es necesario que entre ambas partes exista la complicidad y avenencia necesarias para garantizar una relación fluida y una correcta gestión de expectativas.
Es por eso que en esta ocasión quisimos conocer la visión del sujeto pasivo en las rondas de financiación: el emprendedor. Para ello, en la sesión—moderada como siempre por Quino Fernández, CEO de AticcoLab— contamos con la participación de cuatro CEOs de éxito que cuentan con varios millones de euros levantados mediante diferentes instrumentos de financiación, para que compartieran sus experiencias de inversión, así como sus must y must not.
- Albert Llorens, CEO de bnc10
- Claudia de la Riva, CEO & Founder de NannyfyTV
- David Riudor, CEO de Goin
- Gemma Prenafeta, CEO & Founder de Sharify
¿Qué aspectos de la primera ronda de financiación son los más destacables?
Iniciamos la sesión conociendo sus experiencias y perspectivas sobre la primera ronda de inversión.
En primer lugar, Goin celebró en enero de 2018 su primera ronda de financiación en fase pre-seed, en la que consiguió 600 mil euros. Desde entonces ha logrado levantar más de 10 millones de dólares en un total de tres rondas. En la última alcanzaron los 5 millones de euros y este año planean realizar una de mayores dimensiones. Su CEO, David Riudor, destacó que su nivel de complejidad ha sido creciente, ya que cuanto mayor es el grado de madurez de una startup, más métricas y KPI’s se le exigen.
Por otro lado, Sharify ha seguido una estrategia de bootstraping desde el inicio. Hasta ahora, la empresa ha conseguido levantar medio millón de euros y se ha centrado principalmente en producto. Actualmente el equipo está preparando su siguiente ronda y planea invertir esfuerzos en su estrategia de publicidad y marketing. Su CEO y fundadora, Gemma Prenafeta, señaló que al tratarse de una red social, inicialmente tenían planificado ir a Estados Unidos a levantar su primera ronda, ya que en España suele ser complicado encontrar inversores interesados en apps de social media. Sin embargo, sus planes cambiaron cuando en un evento en Barcelona organizado por un Venture Capital americano, tuvieron la suerte de contactar con un Business Angel que se comprometió a ayudar a la startup a buscar financiación en su primera fase.
En el caso de NannyfyTV, consiguió levantar 250 mil euros en su primera ronda a través de la modalidad de financiación de las tres F’s. Hasta ahora han logrado levantar 1,2 millones de euros en un total de dos rondas, y próximamente cerrarán una de 3,5 millones de euros. Según el punto de vista de Claudia de la Riva, su CEO y fundadora, cada ronda debería ser más fácil que la anterior, ya que la empresa cada vez presenta más tracción, lo que la convierte en una apuesta más atractiva para los inversores.
Por último, Albert Llorens, CEO de bnc10, coincidió con David Riudor en que el nivel de complejidad aumenta conforme la empresa va avanzando en rondas, ya que se exigen métricas y estrategias claras que demuestren la escalabilidad del modelo.
¿Cómo afecta al emprendedor contar con inversores profesionales dentro del Consejo de su startup?
Aquello que buscan los emprendedores en un inversor varía en función de la etapa en la que se encuentre la startup y de sus necesidades. Mientras que algunos buscan un inversor silencioso, otros tienen interés en encontrar a alguien que, más allá de su aportación económica, pueda sumar al proyecto en otros ámbitos. Esto es lo que se conoce como Smart Money, es decir, aquella inversión realizada por expertos financieros que, además de aportar capital, tratan de proporcionar un asesoramiento a la empresa que lo recibe. Además, suele tratarse de inversores con vocación de permanencia a largo plazo.
En fases iniciales puede ser conveniente recibir una ayuda más activa si el emprendedor lo requiere. Además, si por parte del inversor existe un compromiso a medio-largo plazo para entrar en otra ronda, es habitual y comprensible que se establezcan unas sinergias más allá del factor económico.
No obstante, a pesar de tratarse de Smart Money, los ponentes coincidieron en que es importante que los inversores ayuden tan sólo si el emprendedor lo solicita. Señalaron que en este sentido suele notarse la diferencia entre los inversores americanos y los españoles, ya que los primeros —aun invirtiendo cantidades mucho más elevadas— suelen tener un papel pasivo dentro de la startup y no solicitan reportes para realizar un seguimiento constante.
En cualquier caso, para certificar que se trata de un buen match startup-inversor, es importante que el emprendedor se asegure de conocer su visión, nivel de experiencia, expectativas depositadas en el proyecto y qué representa esa inversión para esa persona. De este modo, se podrá verificar que ambas perspectivas están alineadas y que por parte del inversor no existe una voluntad de intromisión en las decisiones de la empresa.
Si quieres saber más, puedes reproducir la charla completa en nuestro canal de Youtube. Además, puedes encontrar los vídeos de todas las charlas en este post.